No es mi intención polemizar o levantar ronchas sin ningún sentido en este blog por eso no escribo sobre política y trato de no hacerlo sobre religión tampoco, pero estaba viendo un programa en estos días en history channel sobre la inquisición, y abordaban un caso que ocurrió no hace muchos años relativamente, se trataba del caso Mortara y al ver ese programa reafirmé mi rechazo hacia la iglesia católica que no sé porque le dicen "santa" iglesia católica..
El caso Mortara hace referencia al secuestro y conversión forzada (al cristianismo claro) de un niño judío llamado Edgardo Mortara. La familia Mortara vivía en Bologna confinada en un guetto, como los judíos de roma, con la aprobación tácita del vaticano (la bondad, la caridad, la clemencia y la justicia como que solo eran para los que iban a las iglesias y daban limosnas pero no para los que iban a sinagogas), pues bien, en la noche del 23 al 24 de Junio de 1858 la policía papal golpea la puerta de la casa de la familia y cuando entran exigen que les entreguen al pequeño edgardo de 6 años!!? la madre se desmayó cuando arrancaron de los brazos de su padre al niño. Cuando el padre del niño pidió una explicación los policías le dijeron que habían recibido una denuncia indicando que en esa casa se encontraba un niño que había sido bautizado. Lo que ocurrió fue que tres años atrás el niño había enfermado y la muchacha que lo cuidaba estando sola con él lo bautizó en secreto, es decir, le derramó agua bendita en la frente y le hizo la señal de la cruz o lo que sea que se tenga que hacer, pensando que el niño iba a morir y que eso lo podía ayudar de alguna manera. Lo malo fue que tiempo después la deslenguada se lo contó a su “confesor” y éste hizo saber del caso a la autoridad de la inquisición (y el secreto de confesión??) , y la sola presunción de que hay un niño bautizado en casa de judíos es suficiente motivo para emprender una operación de "rescate" y sin necesidad de explicar quien fue el denunciante... eso es literalmente pisotear, escupir y violar a la justicia, con la anuencia de una organización que predica el perdón, la piedad, la TOLERANCIA, el respeto y el amor por el prójimo!!! Lo que sucedió después es aún más desconcertante, por no decir patético: probablemente el papa no haya sabido del caso en sus inicios, eso es cierto, pero también es cierto que el papa sí sabia de un reclusorio a donde llevaban los niños judíos para convertirlos al cristianismo, porque Edgardo Mortara no fue un caso atípico o extraño, fue uno más solamente.
Lo que hizo tan conocido a ese caso fue la determinación del padre del niño a recuperarlo porque le escribió al inquisidor, al papa, a judíos influyentes (uno de ellos incluso era financista del banco del vaticano), a los periódicos, a todo el mundo, y por supuesto, el secuestro comenzó a obtener gran notoriedad, tanto es así que hasta el The New York Times escribió varios artículos en relación al secuestro del niño, porque eso es lo que fue, un vulgar secuestro. Un secuestro permitido por la santicisima, apostolicisima, romanisima y gloriocisima iglesia católica, que agrupa a más de mil millones de feligreses, pero ese y otros pequeños detalles no son comentados en los sermones cuando se ofician las misas (misas a las que asisten personas devotas que en su gran mayoría no apoyarían estos actos). Volviendo al caso mortara, después del secuestro supuestamente ocurrió un milagro cuando trasladaban a Edgardo a roma, según un soldado que estaba con el niño parece que después que fue “persuadido” a ponerse una medalla cristiana y besar la cruz, pidió ir a las iglesias que encontraban en el camino y se aprendió de memoria varias oraciones cristianas. Después llevaron al niño a una casa de catecúmenos (el reclusorio nombrado anteriormente) en donde los niños recibían “instrucción religiosa”(niños que recibían “instrucción religiosa” = niños secuestrados obligados a recibir un adoctrinamiento religioso sin el consentimiento de sus padres). Los padres del niño después de un tiempo pudieron verlo y les dijeron que podían recuperarlo si se convertían también pero como se negaron la iglesia tomó su negativa como una prueba de que no eran unos padres convenientes para el niño…
El niño fue llevado al vaticano y fue acogido por Giovanni Maria Mastai Ferretti o Pío IX quién lo crió como a un hijo (supuestamente) y fue esto precisamente lo que levantó ronchas pues no había manera de ocultar que el papa, cabeza de la iglesia católica, desconocía el origen del niño, o sea, que había sido secuestrado pero eso le importaba un bledo,un rábano, un ápice, un c…. al papa porque rechazó TODAS las peticiones para devolverlo a sus legítimos padres. Hasta Sir Moisés Montefiore (1784-1885) que era la persona judía más importante de su época viajó en 1859 a roma para interceder por el niño pero el papa se negó a recibirlo. Pues bien el niño creció y cuando ya era un novicio augustino fue autorizado para volver con su familia y volver al judaísmo (después que le lavaron el cerebro en su niñez??) pero continuó con su carrera y llegó a ser profesor de teología, murió en Bélgica en 1940 justo unas semanas antes de que entraran los nazis al país. Si hubiera vivido los nazis seguramente le habrían “persuadido” a recordar su origen judío, pero eso no es algo que me hubiera alegrado a mí (ygor)de ninguna manera, Edgardo Mortara sólo fue una victima más de un sistema opresor e inmoral.
El papa Pío IX fue beatificado por Juan Pablo II, por quien siempre tuve una gran admiración (por su persona no por su investidura), pero en esa beatificación Juan Pablo II “metió la pata” y hasta el fondo porque lamentablemente el nombre de Pío IX no está ligado sólo al caso Mortara sino a una multitud de “pequeños detalles” que hacen bien difícil pensar que su persona sea digna del reconocimiento que conlleva una beatificación, el reconocimiento que implica para los cristianos.
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